«Son muchas las experiencias que podría contar acerca de este viaje a Guatemala, como el conocer a las CPR-Sierra(Comunidades de Población en Resistencia), las aventuras viajando en autobús o la comida maravillosa que preparaban las mujeres de las familias que nos acogían; pero me gustaría poder resaltar el significado de la acupuntura dentro de este viaje.
Para mí esas tardes de consulta han sido todo un aprendizaje intensivo, se aprende a otra velocidad. El hecho de poder tratar, junto a profesionales experimentadxs, hasta 50 personas en una tarde es una ocasión ideal para poder poner en práctica los conocimientos y al mismo tiempo seguir aprendiendo de este maravilloso arte.
La sala de espera el día de consulta
Era asombroso ver como se llenaba la sala de espera de la clínica todas las tardes, cuando sin embargo por la mañana apenas iba gente que acudiera al doctor (de medicina alopática), querían tratar sus enfermedades con acupuntura y es normal, puesto que pronto se veían los resultados. Esto es algo que me sorprendía a mí misma, ver a esas personas y sus recuperaciones o mejorías en apenas 4 días de tratamiento, es de lo más gratificante del viaje.El poder compartir el espacio dentro de la consulta con las compañeras del equipo de Acupuntoras Descalzas-ONG en Guatemala también me parece destacable, eran imprescindibles para poder comunicarnos con los pacientes y también aprendí mucho de ellas.

También pude conocer la historia de estas comunidades y su relación con la acupuntura durante esos años de guerra, historias realmente potentes donde mostraban su conocimiento y su respeto por la acupuntura.
Resumiendo, en Guatemala entre otras muchas cosas pude entender mejor esta medicina, acercarme más a ella y ponerla en práctica como nunca había imaginado.
Por lo tanto es el mejor cierre que se le puede dar a los estudios y a la formación recibida. Tengo mucho que agradecer a esta escuela que son para mí una familia. Me encanta su forma de escuela, su metodología y gracias a ello he podido realizar este viaje, conocer la medicina tradicional china, aprenderla y practicarla.
Gracias a Acupuntoras Descalzas-ONG por vuestra labor, vuestra forma de enseñanza y por ofrecerme esta gran oportunidad.»

Sara Fermín Monreal, acupuntora descalza y trabajadora social, se formó como profesional en nuestra escuela de medicina tradicional china, en la sede de Alcázar de san Juan y ahora es un honor para nosotras decir que es parte del equipo. Cuenta cómo ha sido participar este verano 2018 ennuestro último proyecto de acupuntura en Guate. (En las zonas comunidades CPR-Sierra ubicadas en el departamento de Quiché, municipio de Uspantan, zona reyna. Estas son las comunidades de: Tesoro, San Antonio, 31 de Mayo y San Marcos.)
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