A los 16 años comenzó a aprender el oficio de ferretero en el barrio de cuatro caminos en Madrid, llegando a montar su propia empresa especializada. Con 59 años, a pesar de su dedicada actividad profesional, ha conseguido encontrar tiempo para su pasión por viajar y el estudio de diferentes disciplinas naturales como el shiatsu, la auriculoterapia, el quiromasaje o reiki. Viene cada seminario hasta nuestra escuela desde Madrid en tren ya que las comunicaciones son muy fáciles, rápidas y directas por ferrocarril, y el tiempo pasa volando estudiando los apuntes de clase.
Actualmente Jesús, está terminando con nosotrxs el segundo año de la formación de Acupuntura y Medicina Tradicional Oriental. Y a continuación, os dejamos el texto que nos envía para compartir sobre su descubrimiento de la Medicina Tradicional China…
“En mi vida siempre me han dicho que no paro quieto. No me gusta estancarme. Siempre pensando en cosas nuevas que hacer y aprender, en cómo mejorar tanto por dentro como por fuera.
Hace mucho tiempo, una persona muy importante en mi vida me regaló un libro de digitopuntura. No sé si fue la energía que me transmitió o qué fue exactamente lo que me hizo decidirme a estudiar acupuntura pero ahora puedo decir que es una de las cosas que más me apasionan en la vida. La acupuntura no son solo agujas, tiene mucho trabajo detrás. En mi escuela, Ling Tao Acupuntorxs, no solo nos enseñan esta técnica. Nos enseñan fitoterapia, bioquímica, meditación… Un curso multidisciplinar que te permite aprender mucho más allá de lo que te imaginas.
Una vez me dijeron que en otro vida fui sanador, no sé si será verdad o mentira pero lo que me encanta de la acupuntura es que te permite ayudar a los demás. Que al día siguiente de ponerle agujas a una persona se acerque o me llame para decirme que se encuentra mucho mejor, a mí, me hace feliz”.
Un abrazo, Jesús
Fotografías: Jesús y compañerxs de prácticas en las clases
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